La iglesia parroquial de Santiago de Cereixo es uno de los mejores ejemplos del arte románico de la Costa da Morte.
Su construcción se cree que data de finales del siglo XII y comparte algunas características con los templos de Xaviña (Camariñas) y Leis (Muxía), donde es probable que trabajasen los mismos artistas.
Los expertos hablan de la posibilidad de que canteros que habían trabajado en la catedral de Santiago, participasen después en las obras del monasterio de Moraime (Muxía) y luego acometiesen la edificación de numerosas ermitas e iglesias rurales por toda la Costa da Morte entre las que estaría la de Cereixo.
En la construcción de la iglesia parece que participaron por lo menos 2 maestros o talleres diferentes. El primero, de influencia Compostelana, haría la zona del ábside y el segundo sería el responsable de la famosa portada sur y también de la entrada principal por el lado oeste. Este segundo artesano estaría relacionado con el tímpano de la última cena de la iglesia de Moraime.
La presencia del culto a Santiago en Cereixo, muy cerca de Muxía, uno de los santuarios con mayor tradición Jacobea, hizo que el estudioso Xosé María Lema formulara la hipótesis de que habría podido existir un camino secundario de peregrinación a Compostela. La ruta se iniciaría en la ría de Camariñas y continuaría remontando el curso del Río Grande por donde hay una serie de santuarios dedicados a la Virgen María, muy relacionada con el culto Jacobeo. Algunos de estos templos son nuestra Señora de Castrobuxán (Calo), la Ermita de la Peregrina de A Lagoa (Salto), nuestra Señora de Montetorán (Bamiro) o nuestra Señora da Ermida Vella (Tines).
En la puerta Sur de la iglesia parroquial de Santiago de Cereixo aparece la representación más antigua de la traslatio del cuerpo del apóstol Santiago. Según la tradición recogida en el Codex Calixtinus (S. XII), después del martirio del Apóstol, sus discípulos, los llamados siete varones apostólicos, robaron el cuerpo del santo y, en el puerto de Jaffa, lo metieron en una barca que fue guiada por la mano de Dios hasta llegar a Galicia.
Esta es precisamente la escena representada en la iglesia de Cereixo. En el tímpano se ve una barca de madera sobre las olas. Dentro está cuerpo de Santiago, en posición horizontal, rodeado por los siete discípulos y en la clave del tímpano aparecen las figuras de un obispo con el báculo en la mano y un ángel que parecen presenciar la escena.